Una joven de 17 años, estudiante de una escuela secundaria local, fue víctima durante todo su último año escolar de una situación de hostigamiento que terminó por arruinarle momentos que deberían haber sido inolvidables. El detonante: la circulación de una mentira que la marcó socialmente en su comunidad.
Durante varios meses del 2024, un rumor infundado sobre un supuesto problema de salud comenzó a crecer en las calles de Caucete. La adolescente, lejos de poder disfrutar sus actividades escolares de cierre de ciclo, debió enfrentar burlas, rechazo y una dolorosa estigmatización. Pero la historia no terminó ahí.
Cansada de la situación, y acompañada por su familia, la joven llevó el caso a la Justicia. El proceso legal se desarrolló bajo el Sistema Acusatorio de San Juan y se convirtió en un antecedente significativo: fue la primera vez en la provincia que una causa de difamación incluyó la participación formal de querellantes. Los abogados Benjamín Balmaceda, Santiago García y Renato Ramiro López representaron a la víctima.
En la audiencia formal, tres mujeres fueron identificadas como responsables de haber difundido los comentarios falsos: Florencia Allende, Agustina Fernández y Débora Romina Lago. Todas fueron defendidas por el defensor oficial Juan Carlos González Ruitort y comparecieron ante la jueza Mabel Moya.
Luego de una instancia de conciliación, las acusadas admitieron haber incurrido en una conducta dañina y aceptaron retractarse públicamente. La jueza determinó que estas disculpas debían ser claras, públicas y permanentes, por lo que no podrán eliminarse de las plataformas donde fueron publicadas.
Una de las mujeres realizó su retractación a través de una entrevista radial transmitida en vivo desde Caucete. Las otras dos optaron por publicar sus mensajes de disculpas en redes sociales, reconociendo el daño causado y retractándose expresamente de sus declaraciones falsas.
